BELO HORIZONTE.- La vuelta de los Octavos de Final de la Copa Libertadores entre Atlético Mineiro y Boca Juniors se manchó de forma importante.
Los argentinos cayeron eliminados en penales, sin embargo se sintieron “robados” y, al término del encuentro, fueron a increpar al árbitro Esteban Ostojich en la zona de vestidores.
La policía del estadio hizo acto de presencia, no obstante actuó lanzando gas lacrimógeno a los futbolistas xeneizes.
Varios jugadores de Boca no se dejaron y lanzaron objetos y empujaron a los elementos de seguridad.
Boca Juniors se sintió perjudicado luego de que les fueran anulados dos goles en los 180 minutos totales de la serie, ambos de manera muy polémica.