Por Emanuel Martínez
Como bien es sabido en el fútbol mexicano las leyes jamás se han respetado o se ha hecho un buen trabajo en ámbitos legales, pues un ejemplo de ello son las multipropiedades.
Tirso Martínez fue importante para el tráfico de drogas entre México y Estados Unidos y ganó dinero suficiente como para comprar equipos del futbol mexicano.
Pues por los años 90’s, un narcotraficante mexicano compró más de un equipo, pues Según su confesión, Martínez llegó a ser dueño del Irapuato y el Querétaro de la Primera División (hoy Liga MX) y del Celaya y La Piedad en la Liga de Ascenso.
Pues en el juicio a Joaquín Guzmán, dio declaraciones acerca de esto:
“Bueno, me llamaron El Futbolista porque me gustaba jugar futbol. También era dueño de algunos equipos de futbol”, dijo el exnarco.
“En Querétaro, México; en Celaya, Guanajuato, México; en Irapuato, Guanajuato, México y en La Piedad, Michoacán, México”, mencionó los equipos que tuvo Martínez.