POR Luis Aguillón
El fin de semana Jonathan Orozco anunció que dejaba de jugar para Tijuana, por lo que es inevitable no pensar en que el “Spider” pudiera volver al equipo de sus amores: el Club de Futbol Monterrey.
Si bien es cierto Orozco ya no es un muchacho, y además se encuentra recuperándose de una lesión que lo ha alejado de las canchas por varios meses, su calidad no está en tela de duda.
Lo ha demostrado ya en diferentes equipos, incluso alguna vez defendió la camiseta de la selección mexicana de fútbol.
No es ningún secreto que Jonathan Orozco simpatiza con la pandilla. De hecho, en su momento se le llegó a considerar un “hincha que juega”.
Durante toda su estadía demostró que además de ser un gran portero es un tipo con personalidad y esa cualidad es lo que tanto le ha faltado al equipo Rayado.
Orozco sabe absorber la presión y capitalizarla a su favor, es alguien que en los partidos importantes se agiganta y hace atajadas que influyen directamente en el marcador.
En los clásicos se echa a la tribuna contraria a los bolsillos, siendo una figura determinante.
Quizá la salida de Orozco sea el precio más grande que la anterior directiva rayada tuvo que asumir.
Se perdió en lo deportivo y en lo económico. Y es que, desde la salida del “Spider”, por la portería del Monterrey han desfilado ya varios arqueros y ninguno ha podido llenar el puesto que dejó en el equipo.
Barovero ha sido quien más se ha acercado, los demás han sido más dudas que certezas, ninguno ha podido ganarse el respeto y la confianza de la afición.
Sin duda alguna Jonathan Orozco tiene todas las credenciales para volver a su casa y vestir nuevamente la camiseta del Club de Futbol Monterrey.
Además, para el estilo de juego que pretende manejar el “Tano Ortiz”, le pudiera llegar a ser muy útil, puesto a que por todos es bien sabido que el tipo sabe jugar todo el ancho del área, convirtiéndose en un defensor más.
Es uno de los mejores arqueros jugando con el balón en sus pies y sus despejes por lo regular son pases precisos para hacer daño al rival.
La posibilidad está sobre la mesa. El “Last dance” de Jonathan Orozco al Monterrey pudiera ser el remedio para aliviar un gran problema en una posición tan criticada en los últimos años en Rayados.
Un ídolo como el, siempre será gratamente recibido por una afición ávida de jugadores que estuvieran identificados con el club.
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