Las temporadas de fichajes en una ciudad como la de Monterrey son como una ruleta rusa, no sabes que te va a tocar y hasta las casas de apuesta se han tardado en abrir apuestas para saber quién viene, se queda o se va, el humo cubre la ciudad cual carne asada regia, pero en Rayados las cosas han escalado a niveles desproporcionados, al grado de que se han escrito, dicho y hasta confirmado hasta cerca de 30 nombres. Pero ¿esto es por el entorno o por el propio club? …
Deseo
Todo fichaje en cualquier equipo inicia con eso, el deseo de contar con un futbolista que se adecue al equipo, que pueda darle ese salto de calidad a la plantilla y que haga soñar con un título y no solo hablo del equipo, hablo también de la afición, en una plaza como la regia no es sencillo complacer a una afición que siempre busca las famosas “bombas” a veces eso provoca que el “deseo” esté fuera del alcance y entonces empiezan los rumores que lo único que provocan es ilusionar para después tumbar al suelo a la afición que tanto busca y por sobre todo DESEA su nuevo referente.
Necesidad
Después del deseo, que es más de la afición que del club, viene lo más importante en un fichaje, LA NECESIDAD, esa que es lo que al final se tiene que cubrir. Y es que un fichaje viene justo a eso, a reforzar un equipo previamente armado y que cuenta con áreas de oportunidad específicas que se deben de cubrir mediante la llegada de alguien que aporte.
Aquí es donde empieza la confusión para una afición como la Rayada. Confunden el deseo con la necesidad, y si la necesidad se cubre con un jugador local y que no vale más de 3MDD tienden a crucificar a la directiva en turno mediante críticas como: “No somos el Pueblita”, aún y cuando quién llegue tenga las características necesarias para cubrir el área de oportunidad previamente dicha. Y entonces de aquí se desprende la última parte del ciclo de una contratación.
Capricho
En el fútbol como en la vida, los caprichos nacen de algo personal, de un tema más egocéntrico que de un análisis de la situación, y cuando en el fútbol el capricho es de la afición se puede entender, pero cuando nace de un directivo significa peligro, y es que un directivo que no analiza y que contrata por un mero CAPRICHO tiende a equivocarse.
Hablando de Rayados, hoy la dirigencia se encuentra en esta fase, lo que esta pasando ya parece más un capricho que el cubrir una necesidad, un capricho de contar con un jugador de élite europea y que venga a reventar el mercado, más allá de si la necesidad sea o no cubierta, estamos ya en jornada 2 y el fichaje para los albiazules no parece estar cerca de llegar, y el capricho ha provocado que la dirigencia descuide temas para enfocarse al 100 por 100 en un fichaje que era deseo, se brinco la necesidad y llegó al capricho.
Por lo pronto y más allá de éste ciclo, los Rayados del Monterrey son el único equipo que no ha tenido altas, viene de fracasar el torneo anterior, tiene una nueva gestión y digamos que no ha iniciado con buen pie.
Ojalá por el bien del equipo y la afición, que por esta vez el capricho de algunos pueda cubrir las necesidades de todos.
