La carrera de André Jardine como entrenador empezó apenas en el año de 2018 cuando tomo de manera interina el cargo del Sao Paulo, equipo donde venía desempeñándose como encargado de las categorías inferiores del cuadro tricolor. Su mayor responsabilidad llegaría con la selección olímpica de Brasil, escuadra ala que llevo al oro olímpico en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
A lo largo de su corta carrera André ha tenido diferentes tipos de vestuarios, como el de un equipo grande como Sao Paulo, donde apenas estuvo unos meses, en la selección olímpica tuvo una generación de jugadores talentosos pero jóvenes, que era más fácil comandarlos y en el vestuario de San Luis mismo caso, vestidores a modo que puede sobrellevar. Su verdadera prueba de fuego, aparte de los resultados deportivos que se exigen en el club más mediático del país, es lidiar con un vestuario lleno de estrellas como Henry Martin, Jonathan Rodríguez, Miguel Layun, Jonathan Dos Santos entre otros.
Una de las ventajas con las que contara Jardine, es la salida de elementos problemáticos como Roger Martínez y Federico Viñas, que a lo largo de su carrera en el cuadro amarillo dieron varios problemas de cabeza a los exentrenadores Santiago Solari y Fernando Ortiz. Si André logra entablar una buena armonía en el vestuario como la tuvo Fernando Ortiz, aunado al gran plantel que le han armado, no tendrá pretextos para lograr la ansiada 14.
