La Copa Libertadores de América se caracteriza por ser un torneo donde se juega a matar o morir.
No importa si eres un chico e diecinueve años que apenas comienzas a dar tus primeros pasos en la primera división.
Tampoco interesa si eres un jugador consagrado que lo ha ganado todo a nivel mundial.
Cuando lo que está en disputa es un boleto a la siguiente ronda dentro de la Copa Libertadores de América, o aún y cuando el partido sea correspondiente a la fase de grupos, el chico se vuelve un consagrado y el consagrado se convierte en un joven hambriento por demostrar cosas importantes en el terreno de juego y hacerse de un nombre a nivel mundial.
Y en esta clase de duelos es muy común que haya jugadas de contacto.
Como ejemplo está lo que ocurrió en el partido de ida de los Octavos de Final entre Argentinos Jrs. y el Fluminense de Brasil.
El encuentro lo iban ganando 1-0 los argentinos, cuando, al minuto cincuenta y seis del partido Marcelo tiene una jugada desafortunada con Luciano Sánchez, en la que el jugador de Argentinos Jrs. se llevó la peor parte:
Si bien el brasileño salió debidamente expulsado, nunca hubo mala intención por parte del jugador del Fluminense.
Por eso se le saliendo del campo llorando y pidiendo perdón.
Nota escrita por JaimeGarza94
