Cuando anunciaron el nombre de Raymundo Fulgencio, un cierto sector de los aficionados de Tigres comenzaron a abuchearlo con todo, como si se tratara de un rival y no de uno de los suyos.
El ‘Rayo’ calló, aguantó y jugó. Se acomodó una pelota a las afueras del área, y, a perfil cambiado, la mandó guardar al ángulo izquierdo del arquero, para poner el 1-0 en favor de los Tigres.
Los abucheos se convirtieron en aplausos y estos en cantos, que al compás del: ole, ole, ole… ‘Rayo’… ‘Rayo’…, le demostraron su apoyo al casaca número veintidós del equipo de Tigres.
La mala noticia de la noche, fue que Sebastián Córdova tuvo que abandonar el campo por una molestia en la rodilla; se le vio sumamente preocupado desde el banco.
Así se fueron al descanso los universitarios, ganando 2-0 después de cuarenta y cinco minutos relativamente tranquilos.
En el segundo tiempo, apenas en el amanecer del mismo, André-Pierre Gignac convierte desde los once pasos, poniendo el 3-0 en favor de unos Tigres a los que no se les veía por dónde podrían hacerles daño.
Entró Juan Pablo Vigón y puso el cuarto de la noche, provocando que el estadio entero coreara su nombre en un partido redondo, en el cual Tigres estaba ganando, goleando y gustando.
Nico Ibañez marcó el quinto, y a Tigres, ya con el triunfo en la bolsa, lo único que quedaba era asegurar el cero atrás que convirtiera a Nahuel Guzmán en el arquero extranjero con más partidos sin recibir gol… y lo consiguieron.
‘Patón’ llegó a 140 partidos en blanco, superando así a su compatriota Federico Vilar, quien se quedó con 139 mallas en cero.
Noche HISTÓRICA para los de San Nicolás.
