El Tribunal de Justicia Europeo pronunciará su veredicto sobre la validez de la Superliga europea el 21 de diciembre.
La ESL (European Super League) y sus patrocinadores, A22, habían afirmado que la UEFA y la FIFA estaban infringiendo la ley de competencia al amenazar con sancionar a los clubes y jugadores que se unieran a la liga separatista.
Pero en un informe publicado en diciembre pasado, el TJUE (Tribunal de Justicia de la Unión Europea) dijo que las reglas de los órganos rectores europeos y mundiales del fútbol eran «compatibles con la ley de competencia de la UE».
Se esperaba un resultado final de la Gran Sala del TJUE, compuesta por 15 miembros, en primavera, pero no se materializó.
La sentencia de diciembre será una interpretación vinculante del derecho de la Unión Europea y, una vez dictada, el caso será devuelto al juzgado de lo mercantil de Madrid que lo aplicará a los hechos del caso de la Superliga.
Los planes para la ESL causaron consecuencias en todo el mundo del fútbol cuando se anunciaron en abril de 2021.
Los seis equipos de la Premier League que firmaron el proyecto (Manchester United, Manchester City, Liverpool, Chelsea, Tottenham y Arsenal) retiraron rápidamente su apoyo después de la reacción de los aficionados, los órganos rectores del fútbol e incluso el gobierno.
Sin embargo, los planes no se han descartado por completo: Real Madrid y Barcelona siguen persiguiendo la idea.
En julio, la Juventus, el tercer miembro que quedaba después de que 12 de los 15 clubes iniciales se retiraran dentro de las 72 horas posteriores a su lanzamiento, señaló su intención de abandonar el proyecto.
