¡Adiós invicto!

Pumas aprovechó un gol tardío del delantero Dante López para pegarle al América.

Ciudad de México, sábado 30 de agosto del 2014

Los partidos nunca se ganan antes, reza el viejo adagio futbolero, mucho menos los clásicos. Eso lo entendió Pumas a la perfección, minimizó sus carencias, potencializó sus virtudes y le terminó quitando el invicto 1-0 al América en el Estadio Azteca.

No podría decirse que fue la vieja historia de David ante Goliat, el conjunto auriazul mostró empaque, resistió los sofocones complicados ante unas Águilas erráticas, que fallaron ante el marco desguarnecido, en mano a mano y que, al final, la suerte no cayó de su lado luego del disparo ganador de Dante López que pegó en un defensa y se incrustó en el arco.

Lo de América es preocupante si se toma en cuenta que ante Jaguares no pudo hacer gol, genera pero no convierte, Rey termina por ser errático ante su ansiedad por hacer anotaciones, Oribe extraña en demasía a Raúl Jiménez, en fin, pareciera que el encanto sólo le duró el primer tercio del torneo a Mohamed.

La misión inicial del equipo universitario fue nivelar el encuentro. Dispuso de un 4-2-3-1 que pobló el medio campo, tenía a Cabrera y Leandro en la contención, este último con mayor salida, tres volantes ofensivos como Ludueña, Cortés y Dante, mientras que Eduardo Herrera fungía como único punta.

De esta forma, Pumas primero maniató al rival y, después, la flexibilidad de su parado táctico le dio la posibilidad de irse al frente con cinco de elementos. Así llegaría la escapada de Cortés, quien se quitó a tres rivales, se incrustó al área, cedió para Dante, pero este último chorreó su disparo.

Aunque hubo algo con lo que no contaba el cuadro visitante, y eso fue que las mejores oportunidades del rival en la primera parte fueran generadas de los guantes de su propio arquero. Alejandro Palacios se notaba impreciso, volaba antes, quería atajar todo con los pies y eso abrió la posibilidad para que cualquier disparo azulcrema tuviera cierta dosis de peligro.

El más claro fue luego de un tiro de Osvaldo Martínez al 25′, el ‘Pikolín’ rechazó al centro, a modo para que Luis Gabriel Rey sólo tuviera que empujar, pero el colombiano erró a unos pasos de la línea de gol. Al 32′ se sucedió un disparo de Peralta y al 42′ otro más de Layún, aunque los desvíos ya no fueran tan comprometedores.

Mohamed quería más, apostó por tres centrales en la segunda parte, jugó con tres delanteros, es decir, dejó que Arroyo fungiera como extremo para ayudar a Rey y Peralta al frente. Entonces, el juego se tornó de ida y vuelta porque el medio campo de ambas escuadras desapareció y se desató el concierto de fallas.

Al 73′ Arroyo le estrelló el balón al ‘Pikolín’ en mano a mano, un minuto más tarde Ludueña le puso servicio medido a Dante que disparó, pero Muñoz ya había achicado, al 84′ Oribe mandó un disparo que pasó rozando el poste, al 86′ Zúñiga bajó el balón con el pecho y mandó su derechazo a un costado.

La mala puntería de unos y otros parecía decretar un empate en lo que había sido un juego de alternativas, pero Dante López lo cambió todo, disparó desde los linderos del área, hubo desvío de un zaguero y el esférico se incrustó en las redes al 88′.

Y así, Pumas se llevó la victoria, bajo la nula certeza ofensiva azulcrema, con la suerte en el gol ganador, pero compró el boleto y ganó bajo sus argumentos. No es que David le ganará a Goliat porque el cuadro auriazul nunca fue tan débil, sólo estaba dormido y hoy sabe de su potencial; mientras América debe mostrar que no es un líder casual, le urge que sus delanteros encuentren camino a la portería para salir del bache antes de que se torne en crisis.

Por: Víctor Severino

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